Lucrecia Fernández Bordos está en el limbo de la memoria, no recuerda haber abierto la puerta de su casa a su cita de Tinder ni haber compartido risas con sus amigas en la pileta. Su mente hace un salto cuántico y recién vuelve a arrancar cuando se despierta en la clínica, con su papá mirándola con cara de poema. "Hija, tuviste un ACV", le soltó el progenitor, como quien informa el clima del día.

Nuestra protagonista, que hasta ese momento llevaba una vida más ajetreada que la de un influencer en Fashion Week, se vio de repente en una encrucijada cerebral. Un ACV, ese invitado indeseado que nadie espera, se coló en su fiesta neuronal a partir de una malformación vascular congénita, creando un caos en su cerebro que solo un buen equipo médico y varios cables de por medio pudieron solucionar.

Antes del ACV, Lucrecia era la típica joven multitasking: estudiaba Publicidad, se desempeñaba como Community Manager, y se daba la gran vida con sus amigas. Pero algo no andaba bien en su microcosmos: un trabajo estresante, finales por doquier y dolores de cabeza en Brasil le auguraban un giro inesperado en su trama.

En medio de este caos, un chico misterioso apareció en su vida, desencadenando una escena digna de una película de suspense: mareos, vómitos a lo "El exorcista" y una llamada al 107 incluida. Afortunadamente, el galán de turno no perdió la compostura y actuó con rapidez, llevando a nuestra heroína directo al hospital.

Después de un periplo de tres semanas en la clínica, donde los analgésicos le jugaban una mala pasada con su memoria, Lucrecia salió airosa pero con un pequeño coágulo de recuerdo en el cerebro. Ahora, con restricciones de por medio, se enfrenta a un nuevo estilo de vida más relajado, lejos del estrés y los aviones despresurizados.

Ante este giro inesperado, uno no puede evitar preguntarse: ¿puede un dolor de cabeza ser la antesala de un drama cerebral? ¿Y un derrame en el ojo, un adelanto del próximo capítulo? En fin, la vida nos da giros inesperados, y Lucrecia es la prueba viviente de ello. Sin embargo, la gran incógnita sigue en el aire: ¿qué pasó con el chico misterioso? ¿Volverán a cruzarse en el camino de esta historia de telenovela argentina?